En la delgada frontera entre lo consciente de lo real y el subconsciente de los sueños, es donde dos fotógrafas con procedencias y perfiles diferentes, Lissy Elle y Anka Zhuravleva, sacan sus cámaras para captar los instantes mágicos que tienen en sus cabezas.
Cada una de sus imágenes parece transportarnos directamente enmedio de una escena mágica e imposible, dónde encuentras objetos extraños, personajes inquietantes y dónde volar es tan facil como respirar.
Es curioso com estas dos artistas tienen un imaginario tan común y sin embargo unos orígenes tan distintos.
Lissy Elle, nacida en Canadá, descubrió la fotografía a los 13 años y desde entonces se convirtió en su razón de vivir. Hacer fiestas del té con 19 años, entrar en una casa abandonada o colgar dos docenas de manzanas de un árbol, cualquier excusa vale para encontrar el escenario ideal, para "forjarse, a través del arte, un lugar en el mundo".
La historia de la rusa Anka Zhuravleva, en cambio, es una contínua búsqueda. Ha trabajado de tatuadora, cantante en una banda de rock, modelo, playmate,... hasta que en 2001 enfocó su talento hacia el mundo artístico. Empezó con la pintura, pero en 2006 se dió cuenta que prácticamente toda su inspiración provenía del mundo de la fotografía.
Al final el resultado son unas escenas que te atrapan, sin poder apartar la mirada de aquella luz ténue, de aquella imagen en la que reinan mujeres delicadas y miradas perdidas, preguntándote si estás despierto o en realidad todo esto es un sueño.
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