MARCAS QUE NUNCA EXISTIERON



Los personajes de series y películas también beben, comen, se divierten y trabajan en empresas. Cuando en la ficción se usan productos reales lo denominamos product-placement, pero entre el cine y el mercado real a veces hay desencuentros y por ello a menudo es preferible crear una marca fictícia a disposición de los designios de directores y guionistas sin el riesgo de enfrentarse a cualquier inoportuna demanda.

Por ello aparecieron empresas como la Independent Studio Services, encargadas de crear marcas ficticias para el cine y la televisión. Ellos crearon (entre otros) los cigarrillos Morley, con una gráfica que fácilmente recordaba a las cajetillas de Marlboro. Esa similitud les costó ya algunas disputas, pero eso no impidió que personajes de “Lost”, “Heroes” o “X-files”, fumaran Morley.
 
Que distintas series utilicen una misma marca inventada no es algo raro. La aerolínea Oceanic, propietaria del fatídico vuelo que llevó a sus personajes a la famosísima isla en “Lost” también ha aparecido en “Alias”, “Fringe” o “Buffy, Cazavampiros”. Y es que hay directores que tienen especial predilección por colar estos productos fictícios en sus películas: el mismo J.J.Abrams pone en manos de sus personajes el refresco Slusho en algunas de las series que ya hemos mencionado, pero también en sus películas “Monstruoso” o “Star Trek”. Los personajes de Tarantino fuman cigarrillos Red Apple y comen hamburguesas Big Kahuna, y los de Kevin Smith prefieren la cadena de comida rápida The Golden Calf (en “Dogma” o “Clerks2”).


Pero todos ellos le deben homenaje a uno de los primeros que usó estas marcas que nunca existieron: ya en 1944, Hitchcock (a quién le gustaba hacer cameos en todas sus obras) colocó en su película “Náufrago” un periódico con un anuncio de Reduco, un milagroso tratamiento adelgazante en cuya publicidad podemos reconocer a su modelo. El mismo anuncio aparecería también en “La Soga”.


Empresas imposibles como una fábrica de monstruos asusta-niños, un parque temático de dinosaurios o una empresa que construye armaduras del super héroe Ironman también necesitan su nombre, Monsters Inc., Jurassic Park y Stark Industries.
 

En ocasiones la trascendencia de estas marcas creadas para la pantalla ha llegado a ser tan importante que el producto ha traspasado la frontera de lo ficticio para competir en el mercado real. Así podemos comer gambas en el Bubba Gump Shrimp Co (“Forrest Gump”), beber una cerveza Duff (“Los Simpson”) o endulzarnos el día con los chocolates Wonka (“Charlie y la fábrica de chocolate”).



 Y es que a veces la ficción supera la realidad. Y si no que le pregunten al pobre Coyote, que sigue confiando en los productos marca Acme para cazar al Correcaminos.

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